Por: Luis Alfonso Escobar Jaramillo Ph.D
La zona costera del mar Pacífico en Colombia, suele ser fuente de noticias negativas: pobreza, narcotráfico, criminalidad. Con la llegada de la pandemia a esa zona, se plantea un nuevo desafío, el de una inminente crisis sanitaria
El Pacífico nariñense tiene una extensión de 15.542 km2, lo que corresponde al 52,3% del total del territorio departamental. Está conformado por tres subregiones y diez municipios, a saber: Francisco Pizarro y Tumaco de la subregión Pacífico Sur-, Santa Bárbara Iscuandé, El Charco, la Tola, Mosquera y Olaya Herrera -de la Subregión de Sanquianga-, y los municipios de Roberto Payán, Magüí Payán y Barbacoas -de la Subregión Telembí-. De acuerdo con el censo del DANE, la población total para el año 2020 del Pacífico nariñense es de 447.017 habitantes, lo que representa un 27,4% del total de la población de Nariño. De esas casi 450mil personas, el 68% vive en la zona rural de los municipios.
La Incidencia de Pobreza Multidimensional Municipal (IPM) calculada por el DANE para el 2018, tiene como objetivo realizar una aproximación de la pobreza a nivel municipal y sus dimensiones. Los indicadores muestran la vulnerabilidad social que existe en este territorio y el riesgo de la población frente a la pandemia por el Covid-19, debido a las condiciones más extremas de pobreza, violencia armada, y abandono estatal. Como resultado de la presencia del narcotráfico, la zona costera del Pacífico, ha sufrido a lo largo de la historia una alta afectación por el conflicto armado y la presencia de grupos ilegales. En la actualidad, y de acuerdo al Observatorio de Drogas de Colombia, los diez municipios de la costa nariñense tienen un total de 34.464 hectáreas de cultivo de coca, lo que representa el 20,3% del total nacional y el 82,2% del total de cultivos de coca de Nariño.
La cobertura de salud en las diez municipalidades tiene un promedio de 65,56%, mientras que para Nariño es del 87,57% y para Colombia 95,31%, es decir, que se encuentra por debajo de casi 22 puntos porcentuales de Nariño y 30 puntos porcentuales del nivel nacional.
La cobertura de educación neta total se encuentra en un promedio de 54,42% para los municipios del Pacífico nariñense, 67,84% para Nariño y 84,88% para Colombia, es decir, una brecha de 30 puntos porcentuales.
El déficit habitacional de vivienda calculado por el DANE a partir de la información del censo de 2018, muestra un promedio de 98,57% para los municipios del Pacífico nariñense, mientras que para Nariño fue de 61,07% y para Colombia 36,59%, lo que representa una brecha de más de 30 y 60 puntos respectivamente.
Se hace necesario que, en el marco de la emergencia nacional, haya un Decreto Especial de Emergencia Económica y Social para el Distrito de Tumaco y los municipios de la costa Pacífica nariñense.
La cobertura de alcantarillado tiene un promedio de 4,34% para los municipios del Pacífico nariñense, 48,58 para Nariño y a nivel de Nación se encuentra en 76,57% (de nuevo brecha de más de 70 puntos). La cobertura de aseo para los municipios costeros tiene un promedio de 25,84%, para Nariño de 54,46% y para Colombia de 81,55%, una brecha de 55 puntos porcentuales.
La cobertura de energía eléctrica en promedio es del 58,68% de acuerdo con los datos del censo del DANE. La cobertura para Nariño es de 91,05% y para Colombia es de 96,32%. Esto muestra una brecha existente de más de 30 puntos porcentuales. La conectividad digital presenta indicadores que también reflejan una brecha importante para estos municipios, que incide en la capacidad de mejorar la conectividad, y por esa vía mejorar el acceso a las autopistas de la comunicación e internet.
Tampoco se cuenta con la infraestructura indicada para atender grandes emergencias como la actual pandemia por Covid-19. Los tiempos de desplazamientos son altos, la mayoría de municipios del Pacífico nariñense tienen como principal vía de comunicación la fluvial y marítima, a través de lanchas y barcos. No hay carretera en condiciones dignas para hacer un rápido y seguro traslado de personas con complicaciones de salud en todo el territorio.
Articulación institucional en favor del Pacífico nariñense
Los reportes del Instituto Departamental de Salud de Nariño indican que Tumaco es el municipio que más ha sufrido la pandemia a nivel departamental. Todos los pronósticos indican que la tendencia de contagio en este territorio es de un crecimiento exponencial, lo que invita a hacer un llamado a los tres niveles de gobierno para ayudar a resolver conjuntamente los factores estructurales por los cuales hoy el pacífico nariñense posee la mayor vulnerabilidad del país frente a la realidad del Covid-19.
Se hace necesario que, en el marco de la emergencia nacional, haya un Decreto Especial de Emergencia Económica y Social para el Distrito de Tumaco y los municipios de la costa Pacífica nariñense, por supuesto sin olvidar que deben tener un manejo articulado para Ipiales y todo el sistema de referencia y contrarreferencia de alta complejidad en salud de Nariño. El Decreto debería estar orientado principalmente a:
1. Establecer un Puesto de Mando Unificado que coordine la emergencia y la articulación de recursos de los tres niveles de gobierno.
2. Disponer o relocalizar recursos para el montaje de un laboratorio de biología molecular que permita evaluar oportunamente en Tumaco las muestras de Covid-19 de toda la región Pacífica de Nariño.
3. Recomponer la estrategia epidemiológica territorial, para lo cual se deben garantizar suficientes pruebas para el tamizaje de la población barrio a barrio, de tal manera que se pueda recuperar el control epidemiológico perdido.
Los indicadores muestran la vulnerabilidad social que existe en este territorio y el riesgo de la población frente a la pandemia por el Covid-19
4. Recuperar el orden social urbano y rural de los 10 municipios de la costa Pacífica, entendiendo que este no se ha podido controlar con las medidas regulares para garantizar un aislamiento efectivo que permita analizar y prever la dinámica territorial de la pandemia.
5. Garantizar Seguridad Alimentaria plena a la población al menos durante 15 días, de tal forma que brinde tiempo para desarrollar una estrategia segura que le quite la presión actual al precario sistema de salud de la costa Pacífica.
6. Generar las condiciones para articular en etapa pandemia y postpandemia la ejecución acelerada de los PDET, mediante la articulación de los proyectos priorizados en los planes de desarrollo y el presupuesto de los tres niveles de gobierno, para que en condiciones de excepcionalidad las inversiones nuevas permitan recuperar la economía de la región. Sin recursos nuevos e importantes para el control de la crisis y las consecuencias de ella, no sería posible la superación de los conflictos sociales que pueden generarse.
7. Promover la constitución de la actual Asociación de Municipios del Pacífico Sur (ASOMPAS) como una Región Administrativa de Planificación y Gestión, que permita elevar el nivel de interlocución técnico-política de la región Pacífico de Nariño con los gobiernos departamental, nacional y la cooperación internacional para el desarrollo regional. Finalmente, se reitera la inmnente necesidad de reestablecer la coordinación de los tres niveles de gobierno para atender la pandemia y solicitar la solidaridad de Colombia con los pobladores de esta región, pues no hacerlo tendría a Tumaco y la costa Pacífica de Nariño como los focos de la pandemia en el país, lo que finalmente afectaría al suroccidente colombiano. El #SOSPACÍFICO es real, porque en la reciente historia del país, los muertos han sido puestos de manera importante por esta población al soportar las consecuencias en víctimas de una injusta guerra desde hace más de 30 años, que han sumido a la región en un abandono estatal, y ahora en las consecuencias imprevisibles del Covid-19.