Por: Miguel Ángel Villareal
Una pandemia como la que vivimos hace que mucha gente huya buscando alejarse del riesgo, pero hay otros cuyo propósito de vida es promover el bienestar y la salud de los enfermos, como las mujeres y hombres que ejercen las diferentes áreas de la saluden nuestra región, en Colombia y el mundo.
Arriesgar la vida y la integridad propias, es característica de diversas profesiones (mineros, deportistas, obreros, actores dobles de acción, etc.). En algunas, el riesgo aumenta porque su labor implica actividades extremas, que llevan incluso a lanzarse premeditadamente al peligro (bomberos, policías, militares). Pero tal vez, de todos los oficios, el que se lleva la mayor carga es el personal de salud. No hacen acrobacias, no se deslizan a rapel por una cuerda, no bajan a la profundidad de excavaciones, no entran a zonas en llamas. Sin embargo, se enfrentan a múltiples enemigos invisibles y mortales: las enfermedades contagiosas.
El temor y el riesgo aumentan con un virus como el Covid-19. Al igual que todos sus colegas en el mundo, el personal de salud de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario Departamental de Nari- ño (HUDN), se arma de valor y fortaleza para salvar la vida de los pacientes que hoy están en la UCI Covid de este centro asistencial. Este equipo hace parte de una de las 51 instituciones colombianas prestadoras de servicios de salud que ha alcanzado y mantenido la Acreditación en Salud desde el año 2010, lo que demuestra el cumplimiento de altos estándares de calidad.
“La mejor manera de contribuir al fin de la pandemia es quedarse en casa, salir únicamente cuando sea estrictamente necesario”
La sola preparación para ingresar allí se ha convertido en un procedimiento meticuloso y desgastante, para el que se vienen capacitando desde hace tres meses. Este complejo protocolo se lleva a cabo en parejas para ayudarse y verificar mutuamente que todo quede de manera correcta. Luego del esfuerzo de vestirse contraje de tela, polainas para los pies, traje de bioseguridad, dos pares de guantes, gorro, tapabocas N 95 (cuya fricción puede causar lesiones, por lo que pegan un esparadrapo en la nariz antes de colocárselo), gafas y el escudo facial, deben permanecer así, sin quitarse ni mover ninguno de los implementos de bioseguridad durante las 6 o 12 horas continuas de trabajo, dependiendo del turno que corresponda. El calor, ahogo, sudor o rasquiña, simplemente tendrán que ser soportados con valentía hasta terminar la jornada.
Mientras los médicos están todos los días dentro de la Unidad, cada uno de los miembros del personal de enfermería realiza dos funciones: un día abastece de insumos médicos afuera de la unidad, y otro apoya dentro de la sala. El abastecimiento se hace en un espacio de 1.5 metros entre puerta y puerta que está en la parte externa donde permanecen apilados los insumos y la sala Covid.
Hay un factor fundamental en el cuidado de la salud: el aseo. Quienes tienen esta responsabilidad en un hospital, también deben tomar extremas precauciones para eliminar todos los riesgos sin salir perjudicados. Entran con las debidas medidas de protección y dejan completamente limpios los vidrios, superficies, pisos, y absolutamente todos los elementos que están dentro de la sala.
Una vez se cumplen las horas del turno ininterrumpido dentro de la unidad atendiendo pacientes con sintomatología grave de Covid-19, los profesionales que salen se someten nuevamente a un dispendioso ritual, esta vez para retirar todos los elementos de protección. Deben salir con mucho cuidado de la sala hacia los ba- ños, para después ducharse con abundante agua y un jabón especial.
El doctor Héctor Fabio Sánchez, coordinador de la UCI del HUDN, asegura que al estrés que genera cumplir punto por punto el protocolo de uso y retiro de los elementos de seguridad, cumplir con las extensas jornadas sin poder secarse el sudor, comer, beber, o entrar a un baño, y luchar para ayudar al paciente a vencer al virus; se suma un inevitable agobio: “Es difícil, es un tema de humanización, convivir con el dolor, con el sufrimiento de un ser humano, es bastante complejo,y evitar que eso nos afecte lo es también”, afirma. Sin embargo, con profesionalismo le dan manejo a todas las dificultades, se concentran en ayudar y aplicar sus conocimientos y habilidades para responder a la pandemia, saben que este es apenas el comienzo, y tratan de prepararse para circunstancias aún más duras.
“El apoyo del hospital ha sido definitivo, también la gobernación y del Instituto Departamental de Salud han estado pendientes para gestionar lo necesario. En este momento estamos en el esfuerzo de ampliar el número de camas de la UCI, porque las que hay no son suficientes” puntualizó el doctor Sánchez, gracias a cuya autorización pudimos vivir en carne propia el proceso de vestirse con los elementos de protección e ingresar a la sala Covid. A pesar del calor por las capas de tela, la máscara, los guantes y el traje de protección; el temor por estarse acercando al asesino invisible hela la sangre, obliga a pensar en que, aunque podrían negarse, quienes trabajan en el hospital eligen salvar vidas sin importar el riesgo, por eso hacemos un llamado para que la comunidad antes que discriminarlos, reconozcan y apoyen su labor.
La mejor manera de contribuir al fin de la pandemia es quedarse en casa, salir únicamente cuando sea estrictamente necesario, y si debemos hacerlo, tomar todas las medidas necesarias para minimizar el riesgo. Si podemos quedarnos en casa, disfrutemos del calor de nuestro hogar, el lugar más seguro para disminuir el riesgo de tener que acudir como pacientes a un hospital. Esta crónica es un homenaje a quienes dejan hasta su último suspiro por salvar las vidas de pacientes que llegan a las salas de cuidados intensivos de los diferentes hospitales. Desde esta casa editorial queremos hacer un reconocimiento al equipo de trabajo del Hospital Universitario Departamental de Nariño, un hospital cuya misión es brindar atención segura de mediana y alta complejidad en salud, con calidad y humanización, promoviendo la investigación, la responsabilidad social y el cuidado del medio ambiente en beneficio de los usuarios y sus familias.

